Heroínas de Malvinas

Enfermeras civiles en Puerto Belgrano cuidaron a nuestros soldados en el conflicto bélico de Malvinas 1982.

Por Josefina Aguilera

Casi como invisibles heroínas las cruzamos por la ciudad. Ellas formaron parte de la otra cara de la guerra. Esa guerra que fue uno de los hitos históricos de nuestra República.

Una cara del conflicto fue el campo de batalla y la otra fue recomponer los cuerpos y almas de los que fueron a defender la patria hace 35 años allá en Malvinas.

Con apenas 22, 24 o 26 años, ellas fueron quienes recibieron a aquellos jóvenes hombres que volvían heridos de cuerpo y espíritu, hasta mutilados algunos.

Algunas estaban embarazadas, otras habían sido madres y amamantaban a sus bebés. Así como otras tenían sus esposos militares que fueron a cumplir con su deber participando del conflicto.

Callaron durante 35 años lo que vivieron como enfermeras civiles en el Hospital Naval de Puerto Belgrano. A su silencio no se sumó ningún reconocimiento social que las enarbolara como verdaderas heroínas de la guerra. 

Ellas estuvieron entre la vida y la muerte, en su propio campo de batalla. Su primer reconocimiento y único, lo tuvieron el 2 de abril del año 2017 en la provincia de Catamarca por las autoridades provinciales y municipales.

Además, se sumaron otros acontecimientos como fue la invitación a la presentación del libro “MUJERES OLVIDADAS DE MALVINAS”.

En este trabajo literario de Editorial "El Trébol, la escritora Sandra Solohaga, recopila la vida y memoria de enfermeras civiles que prestaron servicio durante el conflicto en el Hospital Naval de Puerto Belgrano.

Esta obra, inspirada inicialmente por su compañera y enfermera radicada en Catamarca Ester Antonia Algañaraz, junto a su esposo Luis Rodríguez, es la que las anima a testimoniar y documentar sus experiencias vividas.

Ellas nos manifiestan que no termina todo ahí, en el libro, ya que también relatan que descubrieron una placa que lleva el nombre de “Mujeres olvidadas de Malvinas” en el paseo conocido como Plaza del Aborigen. 

La emoción brota en sus rostros, las lágrimas se deslizan por sus mejillas como apagando tanto dolor guardado en sus silencios y en sus corazones. 

Cumplieron Con Su Deber 

Eran alrededor de 140 enfermeras civiles que desde aquel 2 de abril de 1982 comenzaron a recibir a los heridos que fueron a recuperar nuestras islas. El primero en llegar fue el Cabo Enfermero Urbina, compañero de trabajo que vino acompañado, lamentablemente, por el Capitán Pedro Giachino quien fue el primer caído y muerto en combate.

Aquellas mujeres que en silencio y cumpliendo con su deber, hicieron Patria en su lugar de trabajo.

Uno de los testimonios que encontramos en el libro es el de Mabel Hilda Mosataza. “No tengo fotos, recuerdo a un chico de 18 años amputado que se llamaba Juan, no recuerdo su apellido. Me quedaron grabados los miedos de algunos, pero estaban orgullosos de haber peleados por Malvinas. Recuerdo los llantos de noche y las largas horas de charlas con algunos y que tendríamos que poder ir sin permisos y sin prohibiciones. Ya lo lograremos y pienso en los que quedaron allí y sus familias.” (1)

En tanto Ester Antonia Algañaraz relató: “La guerra de Malvinas fue la etapa más dura de mi vida. (...) Lo más duro fue cuando empezaron a llegar los combatientes heridos de la isla que eran transportados en helicópteros. Los mutilados venían con una letra M marcados en la frente porque habían sido medicados con morfina y había que seguir un plan”. (2)

Terminó el conflicto y todo fue retomando la calma, todo fue volviendo a la normalidad.Hasta las mismas enfermeras de las que hoy nos ocupamos siguieron cada una en su puesto cumpliendo su rutina.

Atrás habian quedado los gritos, las corridas, las curaciones y esa pelea diaria contra la muerte de aquellos soldados.

35 años han pasado y rompieron el silencio y aquí las reconocemos.Ellas tambien fueron parte de la Gesta de Malvinas.

Ref. 

(1) pag.72. “Mujeres olvidadas de Malvinas”

(2) pag.41. “Mujeres Olvidadas de Malvinas”